Actos o conductas repetitivas o continuas en el tiempo, con la intención de intimidar, amenazar o atacar a un persona o un grupo de personas. Puede considerarse también una acción de intromisión o injerencia en la vida privada o en asuntos internos, de la que se desprende un riesgo de peligro inminente para la persona/as acosada/as o para sus familiares, y que afecta la libertad y la seguridad de quienes lo padecen. Este tipo de actos o conductas pueden ser utilizados por funcionarios u órganos policiales y judiciales cuando se emplea de manera recurrente la apertura de investigaciones o las demandas judiciales por delitos infundados, contra personas u organizaciones, para intimidar o censurar de manera indirecta las labores que éstas realizan en el ejercicio legítimo de sus derechos.