Derecho protegido internacionalmente propio de sociedades democráticas en las que se asume que la palabra de los ciudadanos es el sustento de la legitimidad del Estado y asiento permanente de las decisiones públicas. Es el derecho conforme al cual toda persona es soberana para manifestar libremente su voluntad sobre asuntos que tienen repercusión en su vida -de manera individual o colectiva, siendo necesarios para su pleno ejercicio procesos de participación libres, autónomos, independientes y democráticos.