Derechos protegidos internacionalmente y vinculantes para los Estados, con una doctrina y jurisprudencia propia, que tratan sobre los atributos fundamentales e inviolables de la condición humana. Contemplan principios, normas, instituciones y políticas que protegen aquello inseparable de vivir conforme a la dignidad de ser persona, sin otra fuente de valor u otros fines que la persona misma. Su fundamento universal es que “…todos los seres humanos, desde que nacen, son libres e iguales en dignidad y derechos…”, lo que implica un deber indeclinable y exigible de garantizar, en cualquier lugar y momento y a cada persona, la libertad e igualdad para gozar plenamente de los derechos a una vida digna en toda la diversidad de expresiones y opciones de vida. A los Estados corresponde la obligación de velar por sus garantías. Las faltas a este deber -por su acción u omisión, constituyen violaciones o restricciones severas de los derechos humanos y conlleva legítimas oposiciones por parte de las personas, así como la aplicación de sanciones a los responsables y las debidas reparaciones a las víctimas.